jueves, 15 de enero de 2015

¿Por qué inscribirte en un Taller de Novela (individual o grupal)?


Comentarios de 
algunos de sus integrantes

Escribir una novela es una actividad compleja y de largo aliento y por eso requiere una gran determinación.  En el caso de una novela de época, si se desea que el trabajo tenga densidad y verosimilitud, es necesario además de un argumento consistente y personajes bien delineados, conocer los elementos que formarán parte de los palcos en que se desarrollará la acción. Tal es mi caso, pues pretendo escribir una novela de época con acciones que se desarrollan en las ciudades de Santa Lucía y principalmente Montevideo, entre fines del siglo XIX e inicio del XX.

Por eso tendré que investigar usos y costumbres de la época, así como el telón de fondo de los acontecimientos históricos.  Necesitaré saber cómo eran ambas ciudades en ese período, su urbanismo, diseño de calles y plazas, tipo de construcciones edilicias y comercios. Cómo eran las viviendas y su distribución interior, su mobiliario y utensilios domésticos.  Cuáles los temas más comunes de conversación.  Qué expresiones coloquiales eran las más usuales. También será necesario conocer sobre la cotidianeidad, como por ejemplo qué artículos ofrecían los vendedores ambulantes.    Otros aspectos importantes serían los medios de transporte y la moda en las diferentes clases sociales.

Me he propuesto escribir una saga de familia, en parte para reivindicar la figura de mi abuela materna, y en parte, para dar visibilidad a las personas humildes, trabajadoras, que vivieron en el anonimato durante ese período histórico. Y en especial las mujeres que quedaron al frente de sus familias por muerte o abandono del compañero, luchando con los contratiempos de la vida sin estar preparadas para tal contienda, y sin leyes que las ampararan.

Cuanto más me embreño en el tema, más me convenzo de mis propósitos.  Digo esto, porque no hubo en Uruguay como si los hubo por ejemplo en Europa, escritores que tratasen el tema como Zola, Balzac o Gorki. Ellos dejaron un retrato fidedigno de costumbres, modas, locuciones comunes, lugares donde se daba la intimidad y los diferentes oficios. En fin, un retrato acabado de los estratos sociales más bajos de la época.

En Uruguay, lo que existe del período se remite a las clases sociales altas y sus protagonistas. En este sentido y apenas como ejemplo, voy a citar un libro muy conocido por todos los uruguayos, Boulevard Sarandí. Es en parte por esa falta, que deseo conocer y relatar la vida de los seres anónimos, oscuros, los que vivieron en los bordes tratando de no caer.  Quiero dar un recorrido sobre los trabajos y oficios a los que pudieron acceder, sin dudas los más brutos y extenuantes por falta de capacitación para algo mejor.  Quiero saber cómo vivían en la intimidad y cómo se divertían.

Y para finalizar, digo que escribir una novela es un trabajo que demanda tiempo y dedicación, tanto por la investigación previa a su comienzo, como por la complejidad de la obra.  Sólo el deseo y la convicción profunda sobre lo que deseamos relatar nos ayudará a proseguir el camino delineado hasta el final.


Sonia Presa Caggiani
Taller personalizado de Novela



Empecé a escribir la novela para dejar un “legado” de mi paso por esta vida.
Al año de estar en Taller de Cuento, le comenté sobre mi proyecto a Ana; ella siempre decía que “la novela es la obra de un ingeniero.”
No tenía casi noción sobre la estructura de una novela, pero con mucha paciencia y dedicación me fui amoldando a los criterios que la profesora me indicaba. Costó, y si guardé silencio ante lo que su construcción demandaba fue por miedo a quedarme en el camino.
Por fin, luego de mucho trabajo, estoy a unos pasos de ponerme a escribirla y, en un futuro, publicarla.


Daniela Rostkier
Taller personalizado de Novela



La aventura de escribir una novela es una de las travesías más placenteras e insufribles que puede transitar un escritor. Crear un universo puede ser satisfactorio si uno le pone pasión, aburrido si no se toman buenas decisiones, y catastrófico si no se lo trata con cuidado.
En mi caso, fui “a la pesca”. Comencé a escribir una novela en julio de 2013 y creía que tenía todo bajo control. En un momento miré hacia adelante, miré hacia atrás y hacia los costados, y me di cuenta de que estaba perdido en medio de agua. Cuando quise remar con fuerza, noté que tenía un solo remo y que estaba partido en dos. Por suerte, incluso con remo roto, llegué a buen puerto.
Comencé el Taller de Novela y eso me hizo darme cuenta de muchos detalles que parecían minúsculos pero que tenían gran importancia.
Empecé a compenetrarme más con los personajes, comencé a ver la historia en mi cabeza, a eliminar redundancias y contradicciones que cambiaban todo el sentido del texto.
Aunque “de afuera” no parezca tan complicado, es una ardua labor y en muchos casos tan agotadora como placentera.
Pero ¿qué nos lleva a la escritura de una novela? ¿Es masoquismo? ¿Suicidio?
Todo lo contrario. El placer que se siente al ver los frutos del esfuerzo, es indescriptible. Es un éxtasis que sólo el que se atreve a zarpar puede conocer.
Puedo decir que mi barco está muy cómodo en el lugar al que arribó y no pienso molestarlo por un largo tiempo.

Bruno Pérez Perrone
Taller grupal de Novela



En todo comienzo de año me propongo una meta. En el anterior fue escribir una novela. A los tres meses comencé, sola, y teniendo la impresión de que mi familia me pensaba como una delirante. Estaba interesada por el tema de la vejez.
Al año siguiente sentí la necesidad de ayuda. Entonces encontré este grupo humano, dirigido por una profesora que no solo respeta nuestras ilusiones, sino que ejerce su trabajo con responsabilidad; opinó que tenía cualidades pero mucho por trabajar.
Cuando se inició el taller, y desfilaron temas y más temas inimaginables, me dije: “La pucha, lejos estoy de ser una Isabel Allende”.
Entre esquema que iba y esquema que venía, comprobé que una novela no se hace de la noche a la mañana. Aprendí, me entregué a la complejidad y me sentí fascinada y contagiada por el entusiasmo de l@s compañer@s. Y acá estoy, envuelta por este mundo fantástico; sintiendo admiración por los autores que hacen viajar nuestras mentes y siempre están a nuestra disposición, al alcance de nuestra mano para ayudarnos a crecer, y muchas veces cambiar nuestras perspectivas de vida.
La meta sigue en pie. Será dentro de un año, dos, cinco... No importa llegar, sino cómo se llega.

Margot López
Taller grupal de Novela





No hay comentarios.: